sábado, 3 de marzo de 2012

Los caminos del corazón


Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol... con muchas raíces y poca copa, a duras penas deja circular la savia. Raíces y copa han de tener las misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: solo así podras ofrecer sombra y reparo, solo así al llegar la estación apropiada podras cubrirte de flores y frutos. Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: sientate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda mas aún. Quedate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levantate y ve donde el te lleve.

Del libro Donde el corazon te lleve, de Susanna Tamaro.

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